jueves, 8 de octubre de 2015

Y entonces descubrí que mi madre era fea...

Hola, mi nombre es Jose Miguel Almeida Garrido pero mis amigos me llaman Josemi. Soy un joven venezolano, soñador, gracioso y optimista. Tengo una variedad bastante heterogénea entre amigos y conocidos, personas de quienes he aprendido mucho de la vida, sin embargo creo que ahora es mi turno de aportar algo a través de una de las armas más fuertes que puede existir: La palabra.

Para empezar es necesario aclarar que todos tenemos un mundo, una realidad, una vida, un ser, una esencia, todas ellas nos hacen único y es por ello que nace de mi hermoso corazón (¡jajá!) mostrarles el mío. No es que el mundo gire alrededor de mí, ni que me considere la última Coca-Cola (Wacalaz), es sólo que mi historia, mis ocurrencias, mis pensamientos y reflexiones pueden servir a otros para crecer en su propio mundo y considerarse la última Coca-Cola también (Risa sarcástica).

Bien, entrando en calor… No escogí este día por mera casualidad, o porque desperté y dije “Tengo ganas de iniciar este blog”, hoy es un día perfecto para dar a escuchar mi voz y literalmente que se lean mis palabras respecto a un tema que justo hoy se va a celebrar: El Miss Venezuela 2015. En Venezuela, un país ubicado en América del sur, muy variado  en recursos naturales, principalmente energéticos y minerales, así como también de especies y ecosistemas; Rico en cultura, gente, gastronomía y sitios para conocer… Aún en pleno siglo XXI se “celebra” este certamen de “belleza.”

En mí país, hablando del entretenimiento en los medios de comunicación e información, se puede apreciar una variedad bastante patética que incluye programas de variedad, noticias (a medias), telenovelas de Miami y una que otra producción dramática nacional (Más basura ya que ahora las protagonistas no son actrices sino las embajadoras de la belleza). Lo cierto es que el presupuesto no da para tanto, no si todo se va en Miss Venezuela, la magia de ser miss, detrás de la corona, la belleza latina y no sé cuánta cosa más.

Miss Venezuela se celebra en Venezuela desde 1952 con Osmel Sousa en la batuta. El dueño actual del certamen es la Organización Cisneros; dicha empresa organiza sus concursos hermanos, Miss Venezuela Mundo y Mister Venezuela (Ya no sé qué es más patético). En primeras ediciones los desfiles se realizaban con diferentes indumentarias en distintas locaciones de Caracas y esto tomaba una semana aproximadamente. La ropa y el maquillaje corría por parte de las concursantes, y por críticas de la iglesia católica, el desfile en traje de baño se hacía en privado al jurado.

En esas primeras ediciones – y vaya que me estoy nutriendo del tema. Cultura general pues. – las mujeres eran más naturales, con algo más de carne, curvas, menos oxigenadas, y menos operadas por aquí y por allá. Ahora todo es diferente, totalmente diferente, grotescamente diferente. En Venezuela, un país con raíces muy variadas y actualmente una mezcla bastante amplia de fenotipos y genotipos, identificar a la mujer venezolana como una larguirucha, peligrosamente delgada, de pechos firmes pero no naturales, sonrisa perfecta gracias al esmeril, de abdomen plano a fuerza de gimnasio y dietas basadas en pasar hambre, de ojos azules, grises o verdes y por último… El cabello tan teñido como si de una gringa cualquiera se tratara, no puede ser la norma.

Esas descripciones de mujer perfecta lo único que me producen son ganas de reír y en uno de mis ojos un pequeño tic nervioso que no me deja tranquilo. Unos conocen esto como “La noche más linda” “El magno evento de la belleza” y pare usted de contar. No, no estoy en contra del mundo y no quiero que nadie cambie por mí, sólo quiero que reflexionen unas cuantas cositas sobre esa noche tan linda.

1)  Si esas mujeres son perfectas entonces debo asumir que mi madre, mi hermana, mi abuela, mis tías, mi amiga la gordita, todas son feas ¿Es así? Ah, pero si quieren ser lindas entonces deben someterse a rígidas dietas, a jornadas incansables de gimnasio, en tal caso que lo anterior no funcione someterse a cirugía y aprovechar también para hacerse los senos y la cola.

2)    A lo largo de los años el planeta ha vivido luchas sociales por igualad, justicia, derechos, en fin, ustedes saben de qué hablo. El negro para no ser esclavo, la mujer para ser tratada como igual, y una que se mantiene en el tapete: La homosexualidad y afines. ¿Hay luchas más importantes que otras? Bueno, sólo diré que si apoyas que el negro no sea esclavo y que la mujer no sea discriminada por su género, entonces no entiendo cómo es que apoyas estereotipos de “belleza” dictados por concursos televisados. Decide si apoyas o no los estereotipos que dicta la sociedad. Porque si apoyas estereotipos de belleza, entonces deberías aceptar al negro como esclavo, a la mujer como ama de casa que sólo se dedica a criar niños y finalmente que las relaciones afectivas sean entre hombre y mujer.

3)    ¿Qué aprenden las futuras generaciones cuando decimos que esas mujeres son perfectas? ¿Sabes cuántas niñas mueren por anorexia o bulimia siguiendo esos patrones de belleza tan absurdos? Nadie quiere tener una hija o sobrina que pase por eso, seguro muchos quieren tener una hija o sobrina que sea embajadora de la belleza, ¿A qué precio?

4)    ¿Sabes cuán valiosa, hermosa e inteligente es una mujer? ¡Demasiado! como para que todo se resuma en una pregunta maliciosa que debe ser respondida en escasos segundos. No, no y no… Una mujer vale más que ser una simple “Barbie” de la vida real.

5)    ¿Y las buenas obras que realizan las reinas? ¡Ja! Para los que excusan este tipo de concursos sólo por eso, te diré que no hace falta inventarse tanto teatro para ayudar a los más necesitados, no es necesario restregarles a las niñas en África que estas mujeres son “perfectas”, ni demostrarles que pasando hambre se llegan a las medidas deseadas… Cuando esa gente ha invertido equis cantidad de dinero en sus obras de caridad, ya han ganado millones de dólares.

6)    El señor Trump te escupe en la cara comentarios Xenofobicos, racistas y más… y tú todavía apoyando su juego. ¡Aplausos para nosotros!

En mi opinión, pues es mi mundo, esto une a las familias venezolanas (Una mayoría) pero Hittler logró unir miles de personas en su causa y no por ello era bueno ¿o sí? Rara vez las personas reflexionan sobre lo que ven, estar frente al televisor sólo se resume en relajarse y absorber como esponja todo lo que por la pantalla sale. Y así fue como descubrí que mi madre era fea… ¡Te engañé! Mi madre es la mujer más hermosa de este mundo, con su edad, sus cicatrices, su cabello “malo”, con sus curvas, con sus gritos, sus regaños, con su estatura, con sus ojos oscuros, con su tono de voz, con sus respuestas a la vida. Si ella estuviera en un certamen de belleza, sería mi ganadora, mi embajadora, mi reina, mi todo.



¿Y para ti quién sería la mujer más hermosa?