jueves, 16 de junio de 2016

¿Y mañana qué vamos a comer?

Esta debe ser seguro la pregunta por excelencia que nos hacemos muchos venezolanos – con la pesada excepción de nuestros amigos los bachaqueros de..., grandes empresario y gobernantes. –entre final de la tarde y principio de la noche. De un tiempo para acá se nos van horas pensando sobre ello y otro poco más buscando la comida. De hecho, pensamos principalmente en el almuerzo y lo que es peor: todavía nos falta el desayuno y la cena. En muchas casas se desayuna tarde para almorzar/cenar en una sola tanda, o no de desayuna para sí almorzar y cenar posteriormente. ¿Es esto justo?

La miseria de dinero que nos ganamos a duras penas nos alcanza para medio come y las opciones como mortadela, casabe, masa de maíz, huevos, se están poniendo por las nubes, al igual que la papa, la yuca, el plátano y todo lo demás. ¿Recuerdan cuando en la escuela nos enseñaban lo que era proyecto de vida? Más o menos nos decían que era estudiar, ser profesional, cobrar el sueldo y gastarlo en – y aquí viene lo gracioso hoy día – comida, pago de servicios, ropa, recreación, medicinas y lo demás te quedaba para lo que te viniera en gana. Esto obviamente ahora no funciona así.

El otro día hablaba con Pedro, en su casa están comiendo medio plátano con un huevo, el mismo plato de comida para los tres integrantes de la casa; entre ellos un niño pequeño de  nueve años con todo un futuro por delante. En casa de Pedro gastan la quincena d su madre para medio comer, el resto de los días, sacan "fiao" de las bodegas comprometiendo lo poco de dinero que recibirán en la quincena próxima. Entonces me pregunto de nuevo ¿Es justo?

En más de una casa venezolana seguro están haciendo lo mismo, muchas madres estarán sacándose la comida de la boca por sus hijos mientras que los señores padres se preocupan por cauchos, baterías y afines. Sin embargo, amigo lector, hay una población que no entiende de guerras económicas, ataques imperialistas,  "el bachaqueo", ni nada... ¡nuestros pequeños en casa! ¿Cómo demonios le dices a un niño "papi, hoy sólo comeremos dos veces por la guerra económica"? O ¡bebé, no puedo darte la leche esta noche!

Estamos podridos todos, algunos creemos en que todo puede cambiar pero no es suficiente entre tanta podredumbre que nos rodea. Siento una enorme tristeza e indignación cuando escucho a PseudoChavistas decir que todo está bello, que tenemos la mejor educación, el mejor sueldo, el menor índice de pobreza, ¿dónde viven esos amigos? Casi la misma molestia cuando escucho a Chavistas de mérito decir que este es el camino, que hay corrupción, pero que debemos cambiarlos hasta que algún sagrado día encontremos al representante socialista perfecto. Y por ahí hay quienes se alegran por la bolsita de comida…

Según acento en la “u”, en tiempos anteriores se comía perrarina en situación de pobreza extrema, –aunque en mi búsqueda implacable todavía no he encontrado al primero que lo haya hecho. – y ahora, ¿Dónde está la perrarina? Ni los pobres perros tienen la comida segura. Ni los gatos, los hamsters, los conejos, los pollos, ni nadie. Así está la situación en Venezuela a menos que seas de esos pocos que tienen dinero al estilo monopolio.

Hoy después de buscar el pan –porque ahora entre otras cosas vendo pan. – iba en un carrito por puesto y en una de las paradas estaba el camarada Kxxxxs Sxxo vendiendo queso, bolívares 2500 por kilogramo. Antes de contar la anécdota debe usted saber que es un Chavista de los más fanáticos que ha de existir, de los que se rapó la cabeza cuando nuestro comandante pasaba por el cáncer, de los que en cada elecciones hace apuestas segurísimo de tener la victoria en sus manos, de los que insulta a todo el que piensa distinto, un joven ingeniero egresado de la Universidad de Oriente que ahora vende queso. Nuestras miradas evidentemente se cruzaron y en cuestión de segundos le dije con sólo verlo "¿es justo qué tú como ingeniero vendas queso? El oficio no es malo, lo malo es quemarte las pestañas estudiando y no ejercer por falta de empleo. Él entendió el mensaje y desvió la mirada.

En 2014, cuando estudiantes y no estudiantes causaron revuelo protestando y hubo muertos de ambas partes, unos tantos – incluyéndome. – creíamos que ese no era el camino adecuado, esperábamos pacientemente mientras estudiábamos y trabajamos, el momento en que se procediera a la activación del referendo revocatorio. Hoy, poco más de dos años después, finalmente se habla de dicho proceso, con una participación bastante elevada pese al psicoterror que se muestra en pantalla de lo que pasaría si la ultraderecha fascista ganara, a pesar del niño y los no laborables, a pesar de las tretas de Tibi y más, recibimos la noticia de la tan esperada validación de las firmas, ¿y para qué?

Nuestra gran decepción llega cuando muchos – vivos, mayores de edad y en nuestro estado – salimos como "no firmantes" o peor aún, "nuestra firma no se encontró en las planillas entregadas por la MUD". Encuentras también la opción para excluir tu firma – sabes, por si el psicoterror tuvo su efecto a último minuto. – pero no hay una opción que te permita incluir o solucionar el error cometido con tu firma. ¿por qué? Afortunadamente todavía cumplimos con el 1% requerido y mi recomendación es que vayan a validar los que sí pueden hacerlo y los demás nos vemos en el 20%.

Por ahora sólo podemos esperar, meter un poco de presión, cruzar los dedos por un referendo revocatorio este año, – sin miedo amigo lector. Creo que lo hemos perdido todo. – seguir soportando las burlas desde afuera, pariendo para comer, aguantando los cortes de luz, asistiendo a clases sin transporte ni comedor, sobreviviendo a la delincuencia, haciendo magia para que alcance el dinero y sobre todo: conociendo nuevas maneras de salir adelante. Porque si algo positivo tienen las crisis es que los creativos siempre salen adelante. Pero...


¿Y qué vamos a comer mañana?

Dedicado a @alfodiberardino